Tremendo giro dio la vida de la modelo Jessica Servín, quien preparó maletas y se fue a Buenos Aires para hacer un curso de sanación.
Ricardo Ponce es el nombre de la persona encargada de discursear y ella quedó encantada con él.
En sus historias de Instagram alegó que fue una de las mejores experiencias de su vida y se siente muy satisfecha con todo lo aprendido.
“Qué mucho lloré. Qué muchas emociones moví. Dejé cien kilos de cosas que no suman”, señaló con la voz quebrada.