
Al verlos ya cuesta trabajo no soltar una carcajada, la vestimenta, la forma de expresarse y el talento innato convirtió a Jagua ha Pirãi en el dúo del momento. Los humoristas están recorriendo el país llevando a cabo lo que aman, hacer reír al público.
En entrevista con EXTRA, Juan De La Cruz Estigarribia (Jagua) y Nelson Manuel Benítez (Pirãi) contaron la historia detrás del show. Estos talentosos muchachos crearon los simpáticos personajes como un hobby adolescente en el año 2003, según relataron, se animaron a subir al escenario en una fiesta de San Juan en Pirayú y fueron ovacionados, recuerdan que ese fue el momento en el cual decidieron tomar la actuación más enserio.
Influenciados por otros dúos humorísticos como “Taravé ha Pakova”, “Ka'í ha Paku”, “Cariñito y Floripón” crearon sus personajes, su vestimenta y el vocabulario que logró conquistar al público. “El jopará es lo que los caracteriza. No es lo mismo contar un chiste en español, que contarlo en guaraní. Nosotros apreciamos nuestra lengua nativa y ese toque ha hecho que nos ganemos el cariño del público”, expresó Pirãi.
El dúo tiene un origen humilde, según comentaron se esforzaron mucho para poder estudiar y progresar. “Muy pocos saben que somos primos hermanos y que tenemos la misma edad, 32 años”, señalaron.
No ensayan
Los shows de Jagua ha Pirãi son bastantes dinámicos y divertidos, pero al mismo tiempo son totalmente improvisados, según comentaron. “Nosotros no tenemos un guión marcado, todo lo improvisamos, tampoco ensayamos, nos gusta más interactuar con el público”, expresó Jagua.
Lugares insólitos
El éxito alcanzado por el dúo los llevó a presentarse en diversos lugares, actuando para personas de distantes edades en prácticamente todos los rincones del país. “Actuamos en cumpleañitos infantiles, hasta fiestas patronales. Hacemos humor, imitación, parodia, káso ñemombe’u, baile y canto”, señaló Pirãi.
Los humoristas recordaron que actuaron hasta en una iglesia. “Fuimos a la fiesta patronal de Paraguarí, estaba todo nublado y los organizadores decidieron llevar el festejo al templo. Fue muy loco, porque como solemos decir ciertas palabras en medio de nuestros chistes, o hacemos gestos jocosos, nos cohibimos un poco delante del Señor”, recordó Jagua entre risas.