Al parecer el reinado de las modelos flaquitas en el mundo de la moda está llegando a su final, ya que las chicas de talla grande están arrasando. El último ejemplo de la revolución de las gorditas es la aparición de la modelo Tess Holliday en la portada de la revista Cosmopolitan en su edición británica. La chica de 129 kilos causó furor, demostrando que las chicas con algunos kilitos de más se han ganado su lugar
¿Por Paraguay como andamos? EXTRA conversó con Gabriela Venialgo, actual Miss Gordita, sobre el boom mundial de las chicas de talla grande. La bella señorita de los ojos azules y risos rubios asegura que ahora es el momento de las modelos que no temen mostrarse tal y como son.
“A nivel internacional hay mayor apertura y oportunidad para las modelos de talla plus, pero acá en Paraguay aún siguen sin romper los estereotipos de bellezas, aún no nos dan nuestro lugar como debe de ser. Tanto como las modelos de talla regular como nosotras tendríamos que tener la misma oportunidad de trabajar en el mundo de la moda. Sí, la moda cambia y los estereotipos deben romperse, creo que ya es momento que nosotras volvamos a tener nuestra oportunidad, así como la mujer en los años 60, donde una mujer rellenadita era el tipo de cuerpo perfecto”, expresó.
Por su parte, el creador del exitoso concurso Miss Gordita, Mike Beras, celebra la apertura que existe hoy en día para las chicas con algunos kilos de más y considera que es normal que las modelos tradicionales se molesten por perder terreno.
“El mundo de la moda va cambiando y las modelos tradicionales, o sea delgadas, deben tener paciencia, porque mucho tiempo las modelos de talla grande estuvieron fuera de las pasarelas. Esto es una revolución, no creo que las modelos flacas sean perjudicadas, solo que existe igualdad de oportunidades. La apertura de parte del público y los medios de comunicación es una realidad, en la moda son los diseñadores quienes les ponen trabas a las chicas de tallas grandes”, expresó Beras.
No tiene miedo
La modelo de alta costura Ana Livieres opinó sobre la revolución de sus colegas de tallas grandes. Aseguró que no teme ser reemplazada por una modelo gordita.
“Me parece lo justo, hace mucho se merecían espacio. Estoy de acuerdo con la inclusión, porque yo tuve obesidad toda mi infancia y estoy muy feliz por las chicas, una persona no es una talla de ropa. En Paraguay creo que hay muy poca discriminación en cuanto a las medidas de las modelos, en Buenos Aires son más exigentes en ese sentido”, agregó Livieres.