Un revuelo enorme armó Florentino Samaniego al publicar en el grupo de Facebook “Cambachivache” que tenía unas botas que pertenecieron al vocalista de Bronco y que quería cambiarlas por una TV o dinero en efectivo.
Los fanáticos del popular grupo comenzaron a comentar, desesperados por quedarse con los calzados, pero también hubo gente que no le creyó a Florentino y decía que eran unas botas cualquiera.
En contacto con EXTRA el cambachivachero contó cómo llegaron las botas hasta él.
“Lupe había dejado o regalado en uno de los canales de televisión y llego a mí por medio de una amiga, o sea adquirí de ella”, explicó.
El fan número 1
Samaniego tuvo muchas ofertas, pero entre todas las que tuvo una se destacó más y fue la de Diego Abente, un verdadero fanático de Bronco.
“Me prometió que el domingo va a venir a buscar, es fanático de Bronco, he visto que tiene otras botas y vestuarios autografiados por el grupo. Demasiado quería el muchacho entonces opté por él. El trato fue por 800.000, tuve mejores propuestas, como televisores plasma de 32 nuevito, otro de 40 pulgadas, pero opté hacer el trato con Diego porque es demasiado fanático, sentí eso, lo único que le pedí fue que me traiga 1 kilo de chorizo misionero”, contó entre risas.
Hendypaite
Florentino es músico, tiene una banda que se llama “Bandidos del Amor”, y desde que comenzó la pandemia no pudieron trabajar más, por ello se vio obligado a despojarse de su preciado tesoro. “Desde marzo que no podemos trabajar ni a escondidas y de los músicos del interior no se acuerda nadie. En la semana me llegó el Pytyvõ y eso ayuda. También anduve juntando latitas de cerveza que consumen los amigos por lo menos para la minicarga. Además, en el interior está jodida la situación porque hay mucha sequía”, lamentó.
“Me duele tener que deshacerme de ellas, por el valor que tienen. La idea fue tenerla como un adorno, una reliquia por todo lo que representa Bronco, aparte son hermosas, pero entre vender un instrumento o un equipo y vender la bota, no queda otra opción”, agregó.
El músico se queda tranquilo porque tiene la certeza de que las botas estarán en buenas manos, con un verdadero fan.