Ser un megaestrella no es tarea sencilla, más aún cuando tenés graves problemas legales con tu representante. Así parece ser para el cantautor Luis Miguel, quien fue demandado por su exmanager, William Brockhaus, por incumplir con el trato que ambos tenían. El demandante exigió la suma de más de un millón de dólares. Al parecer, “El Sol de México” se estará apagando lentamente porque, desde el 24 de marzo, un tribunal de Los Ángeles, en el Distrito Central de California, venía solicitándole que se presente para declarar, y fue advertido que si no obedecía a esta orden sería detenido.
Pero como todo chico rebelde, Luismi no hizo caso a esto y ayer se llevó la gran sorpresa de su vida, pues tras ser citado en tres ocasiones, la justicia se cansó y, como la última oportunidad que tenía para declarar era el 17 de abril y este no se presentó, ordenaron su arresto generando revuelo. Sobre este caso, los encargados de comunicaciones del cantante prefirieron no hablar. “Una jueza distrital emitió una orden de arresto, cuando el señor Luis Miguel no compareció ante la corte en respuesta a una orden judicial”, dijo Kenneth Kelly, abogado de Brockhaus.
OTRO ESCÁNDALO
Pero el panorama se vuelve cada vez más oscuro para el intérprete de “La chica del bikini azul” porque este no es la única demanda que tiene. En México, su colega Alejandro Fernández también le tiene una sorpresita.
La demanda tiene que ver con un incumplimiento de contrato, pues ambos tenían que realizar presentaciones en dúo, pero Luismi no se presentó.Esta gira ya tenía concretado en total 50 presentaciones en México, Centroamérica y Estados Unidos, pero todo quedó en la nada. Fernández con sus abogados estarían solicitando también el arresto del artista porque hasta la fecha no les dio una respuesta.