04 mar. 2025

Dramáticas declaraciones de la Chilindrina sobre la muerte

Embed
La actriz confesó que llegó a someterse a varias cirugías estéticas para verse bien. Cuando tenía solo 15 años se inyectó aceite en las piernas, también se aplicó grasa de su cuerpo en su rostro para verse con más cachetes. Tuvo graves consecuencias.
La actriz confesó que llegó a someterse a varias cirugías estéticas para verse bien. Cuando tenía solo 15 años se inyectó aceite en las piernas, también se aplicó grasa de su cuerpo en su rostro para verse con más cachetes. Tuvo graves consecuencias.

La actriz mexicana María Antonieta de las Nieves, quien encarnó al personaje “La Chilindrina” en la famosa serie “El Chavo del 8”, sorprendió a todos al comentar acerca de ciertos pedidos para cuando muera. Aunque esto no fue del agrado de sus miles de fanáticos, la artista de 64 años mencionó que no le tiene miedo a la muerte y que espera su hora muy tranquila luego de la muerte de su compañero de elenco, Roberto Gómez Bolaños.

Incineración

La Chili quiere un funeral normal. “Donde sea que me pase, que algún día me va a llegar, quiero que me incineren y, por supuesto, me lleven a México, y ahí me canten todas las del mariachi, menos ‘México Lindo y Querido’, porque no quiero morir fuera de México. Aunque donde quiera que voy, ya me dicen que yo soy México, entonces qué bello. Imagínate que cada vez que dicen México, les viene a la mente el tequila, ‘El Chavo del 8' y ‘La Chilindrina’. Yo llevo a México muy dentro, soy México y nunca moriré lejos de mi país”, expresaba en una entrevista para TvyNovelas de su país natal.

Pero dejó en claro que lo único que no le gustaría es padecer alguna enfermedad que la haga sufrir por mucho tiempo, como tampoco quiere estar postrada en la cama. “Y a mí no me da miedo. Lo que sí es que yo quiero estar siempre agarrada de la mano de mi marido y ojalá ahí nos quedemos los dos juntitos. Me da mucho miedo que él se me vaya primero, a que yo me vaya primero. Llevamos casi 44 años de casados y te puedo decir que nos adoramos con toda el alma. Yo quisiera que si mi marido se va primero, me lo dejen en el estudio de mi recámara; ya tengo el lugar exacto. Él me dice: ‘¿Y si tus hijos se enojan, porque me tienes ahí?’, pero le contesto: ‘Me va a importar un cacahuate si se enojan o no, yo te quiero ahí para mí”