Valeria Romero (35) se desahogó al concretarse su victoria como la concejal electa más votada de Ciudad del Este.
En medio de las celebraciones y antes de ser proclamada por el Tribunal Electoral de Alto Paraná la cuerachona salió a decir que la pasó muy mal en los últimos meses.
Explicó que fue blanco de una campaña sucia de parte la oposición esteña, el partido Colorado.
“Me calumniaron, me difamaron, hasta injuriaron la tumba de mi papá, me hicieron dudar de continuar, pero aquí estoy firme y de pie, siendo la concejal más votada del Este del país. Orgullosa de representar a mi género. Mujer, que nunca te digan que sos incapaz”, comentó.
La edil que tuvo 6.739 votos cuestionó que sus oponentes políticos hayan caído tan bajo al meter a su familia.
“Yo siempre le tengo presente a mi papá en todo porque todo le debo a él. Siempre publico sus fotos y una chica sacó la foto de su tumba diciendo que le uso a mi papá para mi campaña y que ni su tumba limpio”, relató.
Su pasado
La flamante concejal lamentó que hayan buscado dañar su imagen escarbando en su pasado y en su vida privada.
La presentaron como la ex novia del intendente electo Miguel Prieto, buscando sacarle mérito.
“Miguel y yo fuimos pareja en el año 2016, fuimos novios, éramos solteros, no le hicimos daño a nadie, pero la relación se terminó, cada uno siguió con su vida adelante. En el 2019 me invita a formar parte de su equipo, pero ya nada tenía que ver lo personal. Nuestra unión hoy en día es amistad y laboral nada más. Pero la gente quiere usar eso en mi contra siendo que tengo un trabajo que me avala”, declaró a la 1020 AM.
Apariencia y trabajo
Romero cree que su victoria dio tanto de que hablar debido a que la ciudadanía no siempre ve a una candidata tan joven y que cuide mucho su apariencia.
“Llama la atención de que estamos acostumbrados a ver dentro políticos con otra imagen de repente, señores, señoras, no sé como explicar. Rompimos el estereotipo nada más, por eso a la gente le llama un poco la atención. Pero soy una mujer normal, como cualquier otra que merece respeto, con el mismo derecho de caminar por la arena política”, indicó.
Pero Valeria lamenta que el machismo siga vigente en Paraguay, considera que la apariencia de una funcionaria municipal no debería importar tanto y se la debería juzgar por su trabajo.
“Tuve que enfrentarme a una campaña sucia por ser mujer. Fui atacada por mi figura o por usar un pantalón ajustado. Siempre me mantuve en que nada tiene que ver la apariencia, tenemos que mirar el trabajo en nuestras manos, mi trabajo habla por mí y eso se vio reflejado en las urnas”, remató.