El sábado 7 de diciembre del 2019, Petrona Franco Acosta y su concubino Lino Gilberto Ayala (58), fueron a una jineteada en Isla Pucú (Cordillera), de donde volvieron ya en la madrugada del domingo, hasta su casa, ubicada en el barrio Centro de dicha ciudad.
Alrededor de las 4:00 horas, la mujer salió pidiendo socorro porque eran asaltados y el hombre fue atacado por un supuesto ladrón, quien lo asesinó de unas 57 puñaladas, en su propia cama.
Petrona dijo que ella se había ido al baño cuando ocurrió el crimen, pero enseguida despertó sospechas de la Policía, por el ensañamiento que hubo con la víctima fatal y que el bandido no robó nada. Luego se descubrió que el autor, Éver Ricardo Domínguez Lesme, era en realidad el amante de la mujer, con quien había coordinado el crimen.
Se comprobó que se comunicaron varias veces vía celular, incluso hasta poco antes de cometerse el asesinato. Ambos venían manteniendo una relación amorosa desde hacía unos 4 años, según los investiga dores.
Esa misma semana ambos fueron detenidos como sospechosos de ser los autores del crimen. La mujer alegó que ya se había dejado de su amante y lo acusó de haber actuado por su propia cuenta.
Ahora, un tribunal de sentencia de Cordillera, condenó a 25 años de cárcel a Petrona, quien ya tiene 60 años de edad, por ser coautora del homicidio doloso, mientras que Domínguez (38), el autor, fue condenado a 20 años de prisión.