Un ritual satánico o de patoterismo sufrió el cementerio de Bella Vista, en Luque, en la noche del lunes y madrugada de ayer.
Cada hecho raro que está ocurriendo en el país en la primera semana de enero y este caso se suma, el saqueo de tumbas y esparcimiento de los restos humanos en diferentes puntos del camposanto.
Sacaron seis cajones de sus panteones y de tres de ellos lograron quitar los cuerpos. Cuando encontraron esta escena, los cuidadores hicieron La Señal de la Cruz, ya que también desvistieron a los finados.
El cementerio está ubicado en la calle Coronel Bogado casi Segunda, barrio Bella Vista, Luque.
El encargado, José Aguayo, contó que a eso de las 6 de la mañana le dijo a uno de sus personales para pegar una vuelta por el cementerio. Al caminar un poco entre los panteones ya quisieron caerse de espalda con lo que vieron. Era algo insólito.
Según don José, era algo que nunca en su vida vio en Luque.
Los candados de seis panteones habían sido rotos con algo. Tres cajones no fueron sacados del todo. Otros tres ataúdes fueron quitados y sus tapas rotas con un cuchillo, que fue encontrado no lejos.
El cuidador dijo que de los cajones fueron sacados los cuerpos. El olor era insoportable.
Agregó que los finados fueron tirados de aquí para allá y que les rompieron las ropas y las tiraron por todos lados.
El cuidador y su ayudante, trataron de juntar los restos humanos, algunos desmembrados porque eran cuerpos “nuevos”.
Le colocaron en sus nichos
Los tres finados fueron colocados en los cajones y en sus panteones. La duda es si corresponden los muertos para cada panteón familiar.
Agentes de la Comisaría 3 Central, fueron llamados y técnicos de Criminalística, para tratar de encontrar evidencias que ayuden a pillar quién es el responsable.
El comisario Feliciano Ferreira, dijo ayer que se recogieron evidencias y que van a tratar de ver imágenes de cámaras de seguridad de las casas para tratar de identificar al que hizo el sarambi.
Algunos testigos vieron a un muchacho que se comportaba ni que fuera luisón “ojapajeréi hese” (revolcarse sobre los muertos), dijo uno.
El comisario indicó que ninguna persona se acercó aún a la comisaría a denunciar que el panteón de su familia fue dañado. Un comerciante de la zona del cementerio, dijo a los policías que había un adicto que solía entrar al camposanto y sacarle la ropa a los muertos y no descarta que sea él, el responsable del tremendo desastre.