Su sobrina de 7 años empezó a gritar del susto, la desesperación creció. El raudal no le dio tiempo de pensar a Sandra Cárdenas.
“Intentamos retroceder, pero el agua en segundos entró todo al auto. Salimos como pudimos”, relató Sandra a EXTRA.
Entre las calles Félix Bogado y Cacique Lambaré, vieron cómo el agua se llevaba su Kia Río.
Lo buscaron por todas partes, pero no hallaron. Recién a la siesta de ayer apareció cerca del puente de Perón, en Lambaré.
“Encontramos destrozado y robaron todo lo que había adentro”, lamentó la dueña.
Esperar
Ante esto, EXTRA consultó con el mecánico Édgar Alarcón y él dio sus recomendaciones al cruzar algún raudal.
Aunque puede ser larga y tediosa la espera, dijo que es la mejor tirada cuando llueve muy fuerte. Así ahorramos que el golpe lo reciba el bolsillo.
“Lo más seguro es buscar un lugar y esperar que pase”, indicó.
Medir el raudal
Édgar explicó que, al atravesar el raudal se debe medir bien y, si es muy profundo, no arriesgarse. “Todos los autos como los humanos necesitan aspirar aire puro. Si entra agua en vez de oxígeno, dañaría el motor”, apuntó.
Apagar el aire
Es importantísimo apagar para no forzar al motor, pues tendrá mucha menos potencia, dijo.
“Al acelerar levanta el nivel del agua y puede alcanzar la toma de aire. Tal vez no atropelles el raudal, pero el que va a cruzarse contigo hace lo mismo. Conveniente parar el motor para que no tenga desperfecto”, acotó.
saber dónde está
Dijo que sí o sí deben consultarle al mecánico, dónde está la toma de oxígeno de su auto.
“Cuando se está acostumbrado a su coche sabe hasta dónde puede arriesgar toda vez que sepa dónde está su toma”, dijo.
Puede doler de G. 4 a 10 millones
Advirtió que hacerse el valé en la tormenta puede salir demasiado caro, porque el daño es directamente al motor del automóvil y esto puede tener un agrio costo, por lo que los cuidados deben ser extremos.
“Un estimativo de G. 4.000.000 a 10.000.000 dependiendo de la gravedad y de la marca”, manifestó. Esto para que vuelva a funcionar el coche, pues en caso de matarle al motor, la cosa puede ser aún más jodida.