Puntualmente a las 23:30 llegó Martín Vázquez frente al trabajo de su esposa, Felicita Elizeche en un shopping capitalino.
Conociendo los riesgos de la noche, él decidió velar por la seguridad de su amada y día a día la buscaba para regresar a casa, pues ella (de 50 años) se comprometió a hacer doble turno por 2 meses.
Cuando faltaban algunas cuadras para llegar a su casa en el barrio Caacupemí de Capiatá, ella se percató de que tres motos pasaron un par de veces cerca de ellos.
Los primeros minutos de la medianoche de ayer transcurrían cuando Felicita, asustada pidió a su marido que apure la marcha. “Cuando entró en la cuadra que lleva a casa, mamá pilló que les empezaron a seguir”, relató Martín Vázquez, hijo de la pareja.
En ese momento, el hombre 48 años aceleró aún más, al escuchar que realizaron varios disparos al aire. “A una cuadra de casa les emboscaron y se cayeron de la moto”, continuó relatando Martín.
El muchacho de 25 años agregó que mientras uno de los motochorros encañonó a su padre, su mamá corrió a pedir ayuda.
“Papá le empujó y ahí le disparó. Él no quería entregar la moto porque era mía, nuevita”, lamentó el muchacho.
Contó que para colmo de males, este fin de mes debía pagar apenas la sexta cuota y la garantía, no le cubre por robo.
Mientras los ladrones huían raudamente del lugar, la mujer pidió auxilio a los vecinos, quienes no tardaron en llamar al sistema 911.
Alertados del hecho, llegaron al sitio agentes de la Comisaría 59 Central y trasladaron al hombre hasta el hospital distrital, donde se confirmó su deceso. La bala ingresó por debajo de la clavícula y perforó el pulmón, causándole la muerte.
Martín contó que él y su padre se turnaban los días para ir a buscar a su madre. “Yo tenía que irme el jueves pero como tuve un evento hasta las 19, como soy fotógrafo, él se ofreció a ir para que yo descanse”, relató el muchacho.
GPS les llevó a un monte en Areguá
El comisario Rubén Paredes, jefe de Investigación de Delitos de Central, comentó que el biciclo contaba con un dispositivo de rastreo satelital que los llevó hasta un monte en la ciudad de Areguá, donde aparentemente se percataron que la misma tenía GPS y decidieron sacarle el aparato, que dejaron tirado en el lugar con algunas otras evidencias.
El cuerpo de la víctima fue trasladado a la morgue judicial donde se extrajo el proyectil.