19 ene. 2025

“Ojalá todos los días fuera San Cayé para poder comer”

Con termo, platos y táper, cientos de devotos fueron a retirar la comida que se ofreció en honor al Santo.

Festejos de San Cayetano

Fátima Norma Ayala y su mamá Ramona Giménez caminaron desde Bañado Sur hasta Mallorquín y Testanova, barrio Sajonia de Asunción, para sumarse al karu guasu que estaban ofreciendo en la Capilla San Cayetano, ayer. Aprovecharon que era su día, para rogarle que les dé algún trabajito.

“Yo era empleada doméstica, pero fui despedida y desde julio que me quedé sin trabajo. Ahora no tengo forma de ingreso. Ojalá que todos los días sea San Cayetano, para que podamos comer con mi mamá”, dijo Fátima.

Contó que ya se fue a varias entrevistas de trabajo, pero que siempre le dicen “te vamos a llamar” y luego no pasa nada.

De vez en cuando me sale algún trabajito con lo que me da plata para desayunar y salvar el día

La mujer, que aprovechó la oportunidad para pedir trabajo. Los que deseen contactar con ella pueden llamarla al (0982) 976 587.

En la Capilla San Cayetano de Sajonia se vivió la mayor fiesta asuncena por San Cayé. Muchos feligreses se acercaron para comer, hacer algún pedido o colaborar con los alimentos. Andrés Caballero, coordinador de la actividad, contó que hubo cuatro ollas de 120 litros cada una. Hubo caldo de poroto, de locro, tallarín de pollo y carne, además de cabeza de chancho a la parrilla y 10 kilos de tortilla que se envió al penal de mujeres Buen Pastor. A la tarde se compartió una merienda y se repartieron panes.

Hubo devotos que se acercaron con sus tápers, platos y hasta con su termo para poder llevar un poquito de comida.

De fiesta por todos lados

Contratan hasta mozos para servir a los invitados, en honor al santo patrono.

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Don Agripino Olmedo y su familia, desde hace 25 años, ofrecen el karu guasu por San Cayetano, en Cañadita, Ñemby. En esta ocasión contrataron hasta a mozos para servir a la gente que se iba a rezar a su santo.

Soledad Estigarribia también viajó de Ypané hasta Paraguarí, para servir los tallarines a la gente humilde, en honor al santo patrono.