Un año después de la pandemia por el coronavirus, los científicos revelaron que no es necesario gastar una millonada desinfectando los objetos de la casa.
Hasta ahora, mucha gente sigue tirando alcohol y lavandina a todo, como las bolsitas del súper, los zapatos tras volver de la calle y hasta las compras.
Ahora, con esta nueva investigación del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, reveló que los contagios a través de los objetos se dan en menos de 1 caso por cada 10.000 veces que se toque un punto con coronavirus.
El riesgo de contagio a través de objetos o ambientes se considera bajo en comparación con el contacto directo, la transmisión por gotitas o la transmisión aérea, o sea cuando la persona se mantiene en contacto con la otra y sin el uso de tapabocas, señala la investigación.
“Se sigue considerando lo más peligroso: el contacto directo con una persona contagiada, que al hablar, toser, etcétera, genera gotitas de distintos tamaños que pueden ser inhaladas por otra persona”, advierte la publicación del Centro para el Control y Prevención.
Prevención
Sostienen que las mascarillas y la higiene de manos siguen siendo una buena estrategia contra el posible contagio por superficies.
De acuerdo a la investigación, todos los organismos y autoridades sanitarias desaconsejan la fumigación o nebulización de lugares y el Centro para el Control y Prevención vuelve a insistir en que ni es útil ni seguro. Y solo recomienda el uso de desinfectantes especiales, más allá del jabón normal, “en situaciones en las que ha habido un caso sospechoso o confirmado de COVID-19 en interiores dentro de las últimas 24 horas”, explica.
¿Y la temperatura?
Detectar el virus a través de la medición de la temperatura en los supermercados, shopping, entre otros lugares públicos tampoco es eficaz para la prevención, concuerda en la investigación.
En los primeros meses de la pandemia se sostenía que el virus era capaz de aguantar sobre el plástico o el acero, incluso por 6 días y en papel por tres días, ahora se comprobó que esa teoría es poco probable.
Por ese motivo, ya no se aconseja limpiarse los zapatos con alfombras impregnadas de desinfectantes. Incluso, la OMS considera que hay poca probabilidad de contagio en las suelas, ropas o bolsas.