El 25 de agosto del 2019, el por entonces arquero de General Díaz, Miguel Ángel Martínez, dibujó con sus ágiles manos una atajada memorable a Óscar Cardozo desde los 12 pasos.
Aquella brillante acción ante el histórico delantero fue elegido por el ahora portero del Ciclón como uno de sus momentos preferidos que dejó una postal digna para ser colgada en la pared.
“Fue algo único taparle un penal a Tacuara, el festejo fue un desahogo porque no venía acertando en los penales. Todavía no mandé a hacer el cuadro con la imagen del festejo para tener de recuerdo”, comentó.
Por cosas como esa y otras, Cerro Porteño se fijó y lo llevó del Nido a Barrio Obrero. Pese a ser el segundo guardameta del equipo mostró en los 10 partidos que disputó en el 2020 que no le queda grande el arco azulgrana.
“Gracias a Dios tuve la posibilidad de tener algunos minutos el año pasado, y lo pude hacer de la mejor manera. Estar atajando en un club grande como Cerro Porteño es algo maravilloso”, dijo.
Justamente por eso, el Ciclón lo amarró por 4 años más al joven golero de 22 años que puliendo ciertos detalles apuntará seriamente a la titularidad.
“Creo tengo que mejorar más en las salidas aéreas”, señaló.
Papá Popi
Miguelito, lejos de celar por el puesto de Rodrigo Muñoz, aprovecha para ser moldeado por su experimentado compañero charrúa.
“Popi es como un padre para mí. Desde que llegué me aconseja para mejorar. Fue una gran y linda responsabilidad jugar muchos partidos durante su ausencia”, contó a la 970 AM.