Hoy se inicia la Cuaresma, con la imposición de la ceniza. Esta es una de las celebraciones más importantes de la religión Católica en el mundo, pues representa un periodo de preparación para el inicio de la Semana Santa.
Los feligreses de Paraguay mantienen firmemente una tradición de ayuno y penitencia durante este miércoles para recordar el inicio de los 40 días de calvario y sufrimiento por los que pasó Jesucristo antes de la semana de su pasión, muerte y resurrección.
El padre Marcelo Caballero, sacerdote franciscano, dijo a EXTRA que esta tradición cambió muchísimo a través del tiempo, pero que la idea de “penitencia y conversión” siguen muy latentes, sobre todo en Paraguay.
Explicó que las cenizas que usan para la celebración lo hacen de las palmas bendecidas el Domingo de Ramos del año pasado. “Muchos piensan que usamos cualquier ceniza, las que usamos son de palmas recolectadas”, aclaró Caballero.
Ayuno total
El pa’i dijo que es muy importante no perder la tradición del ayuno como señal de respeto a Dios y a la Iglesia católica.
“En el Miércoles de Ceniza no se debe comer carne, menos la carne roja, en lo posible evitar comer mucho también. Esto no aplica para las personas mayores a 60 años y a los enfermos”, señaló el cura.
Recomendó no mantener relaciones sexuales durante todo el miércoles para evitar caer en el “pecado de la carne”.
“La Cuaresma es sinónimo de penitencia, se busca fortalecer el espíritu y no la carne, por eso la Iglesia pide que por lo menos el Miércoles de Ceniza no se tengan relaciones sexuales”, comentó el padre.
“Penitencia”
“El Miércoles de Ceniza es un día muy importante para los creyentes, yo trato de cuidarme y ayunar en todos los sentidos, con mi marido ya hablamos de lo que conlleva la penitencia, la carne es carne y no pensamos pecar en un día tan sagrado como este”, dijo Lilian Maidana de Capiatá.
“Voy a tratar”
“Soy católico, pero no creo que sea un pecado por tener sexo en el día, de igual forma voy a tratar, pero la carne es débil. Creo ante todo que ser buena persona es lo que Dios espera de nosotros, pero hay que respetar todas las creencias”, manifestó Pedro Rotela, de Fernando de la Mora.