Dos monos ka’i (monos capuchinos) que vivían en un bosque de Domingo Martínez de Irala, Alto Paraná, fueron muertos el miércoles por parte de tres cazadores furtivos.
El capataz de una estancia cercana escuchó los disparos y logró atrapar a uno de ellos, Ramón Flores Servín (58) con una escopeta y una motosierra.
Le entregó a las autoridades y a pesar de que el hombre no declaró, los ambientalistas manejan las razones más comunes por las que se mata a los monos.
“Lastimosamente, masacrar sigue siendo un pasatiempo popular y uno de los motivos para comer carne de mono es su supuesto poder como potenciador sexual”, tuiteó Luis Recalde, asesor ambiental.
Al respecto no hay estudio científico que confirme esta creencia, expresó Rebeca Smith, de la Fundación para la Tierra.
“Entiendo que en las áreas rurales necesiten cazar para comida o si es parte de la cultura de un grupo indígena”, afirmó.
Mencionó que cada vez es más extraño encontrarse con monos silvestres debido a que se acaban los bosques.
“Existe poco de su hábitat especialmente en el Este del país en la región del Bosque Atlántico donde solo queda el 9% y en el Chaco estamos perdiendo más”, dijo.
Para payé
Otro de los usos que tiene el mono es para hacer payé con su cabecita. El maestro Oskar, devoto de San La Muerte, comentó que eso se practica en las zonas donde más habita.
“Muchas veces se sacrifican animales para protección o causar daño a algún enemigo. Puede ser con cabeza de mono o sangre de un macho cabrío”, indicó.
Añadió que se recurre a este tipo de payé en casos de despecho o rivalidad por amor o terreno.
“Muchas veces más fácil es encontrar una gallina negra o un gato negro”, refirió.
Se menciona que otro de los usos comunes es guardar el cráneo para atraer dinero.
Cazador está imputado
Por trasgresión de la ley de armas y delito ambiental, está preso e imputado el cazador Ramón Flores en la Comisaría 18 de Santa Rita, informó el fiscal José Silguero.
“En ambas causas tiene una expectativa de pena de hasta cinco años. El tribunal hará el proceso técnico y podría sumar 10 años en conjunto”, comentó.
En paralelo, el Ministerio del Ambiente puede aplicarle una multa en caso de intervenir, aclaró.