Cansada de requerir a clientes morosos y no obtener respuestas favorables, Asunción López, dueña del copetín “Selva Negra”, no tuvo mejor idea que escribir los nombres y apellidos de los que no le pagan en un cartel y colocarlo a la entrada del local, para ver si así los deudores sienten vergüenza y saldan sus cuentas.
“Ya busqué todas las formas para que me paguen, porque no da gusto. Una trabaja para salir adelante y esto ya es mucha plata, ya ni siquiera es mi ganancia. Lo que más rabia me da es que para deber rápidos vinieron, pero para pagar ni sus sombras”, declaró la doña, que tiene su local al costado de la Municipalidad de Asunción.
Quien tiene el “récord” es un funcionario de nombre Emilio, que le debe G. 3.068.000 a la señora. “Esto es solo de su consumición, para el desayuno pide café con mixto, otra cosa para la media mañana y para el almuerzo pide un plato reforzado. Además, los viernes viene con su señora a almorzar asado y piden con chipa guasu, chorizo misionero, ensalada y otras cosas”, contó la cocinera.
La afectada también dijo que una de las morosas se enojó porque exhibió su nombre. “Mandó a decirme que por qué no me voy junto a ella en su oficina para hablar, ¿pero por qué debo hacer eso? Fue ella la que vino a mi local a hacer el trato”, argumentó.
Hasta el momento solo unos pocos se acercaron a pagar sus cuentas. En total 16 funcionarios de la comuna le deben G. 8.706.500. Ella no pide que le paguen todo de una vez, sino que a medida de sus posibilidades.