La marca nacional de lencería Passionaria emprendió una campaña en redes sociales para ayudar a las mujeres que sufren violencia en su casa.
“¿Seguís vendiendo lencería?” es la clave para hacer saber que una está atrapada con alguien que abusa, maltrata, acosa o golpea.
“Preguntanos específicamente por una bombacha violeta”, dice la publicación hecha en Instagram el miércoles pasado.
Con eso, las chicas de la empresa sabrán que la situación es grave y recurrirán a las autoridades.
Ya les tocó atender un caso
Al día siguiente, Evelyn Verón ya encontró un mensaje en la bandeja de entrada de la red social. Era una seguidora que pedía la prenda lila.
“Primero dudé, pero la chica envía una foto de un moretón enorme y un video en el que no se le vía la cara, como prueba de que estaba siendo violentada; se escuchaba que le estaban gritando y pegando”, relató. La angustia que sintió fue enorme y se puso en campaña para brindarle asistencia lo más pronto posible.
“Le pregunté si tenía un número para completar su pedido y me dijo que solo podía recibir mensajes”, siguió contando.
“Tuve un dolor en el pecho tan grande, no pensé que tan pronto íbamos a tener la primera denuncia”.
Era una chica joven que no podía ni salir de su casa, así como tampoco podía salir sin ayuda de esa relación que la estaba dañando. “Todo el tiempo le escribía y ella respondía entrecortado”, recordó la creadora de Passionaria.
Al tener el 0K de la afectada, llamó primero al 137 “SOS Mujer”, pero no le atendieron.
Entonces marcó al 911 y les pasó la dirección de la casa.
Ahora la joven está a salvo en casa de su familia. “Gracias a Dios, rápidamente la policía se fue, también ella hizo su denuncia y ahora se separó”, mencionó Evelyn.
Hasta el momento esta fue la única intermediación que tuvieron que hacer, pero ya recibieron muchos relatos.
De dónde salió
Una de las seguidoras de Passionaria les escribió para contar que había visto esa campaña en otro país y que podría ser una buena iniciativa. “Me tocó desde el primer momento”, dijo Evelyn, recordando a gente cercana que pasó por esas situaciones. “Al día siguiente empecé a diseñar el afiche, investigué a dónde recurrir, a quién llamar”, mencionó.
Después de la publicación les escribieron también marcas de ropas íntimas de otros países que se querían sumar a la “marea lila”
La emprendedora resaltó que el apoyo de las amigas y de otras mujeres puede salvar.
Passionaria había sido muy afectada por un millonario robo en junio, pero con apoyo volvieron al ruedo textil.