Eran días difíciles, los bosques del Chaco y del Mbaracayú estaban ardiendo y el humo llegaba también al Museo Moisés Bertoni, en Presidente Franco, donde trabaja Bianca Soares.
Entre tanta preocupación, la técnica ambiental y bombera forestal de 26 años recibió un regalo de la naturaleza cuando caminaba por el monte. Un picaflor en su nido, debajo de una sombrilla-hoja, se dejó fotografiar por ella más de 800 veces hasta lograr la imagen perfecta.
Aunque la escena se ve un poco estática, costó bastante captarla porque había mucho viento ese día, contó. Lo consiguió con paciencia, llenando dos tarjetas de memoria de 32 gigas, pero también gracias a la conexión que siente con las aves.
La foto se compartió ya miles de veces en redes sociales (en Twitter superó los 30.000 “me gusta”) y sus amigos le sugirieron presentar su trabajo a algún concurso fotográfico o al famoso canal NatGeo.
A Bianca le entusiasma la idea: “No por mí, sino para mostrar al mundo que, si bien estamos pasando por una crisis bastante grande en el ámbito social, ambiental y económico, está esta otra imagen que tenemos en el campo, en el suelo guaraní”, expresó.
Su día a día con la naturaleza
Hace cinco años que Bianca trabaja para la Fundación Moisés Bertoni y es anfitriona del museo. Recibe a turistas paraguayos y de todo el mundo a diario. Entre sus funciones está asegurarse de que nada falte en el lugar y también dar charlas a los visitantes.
En 2015 se formó para ser guía de avistamiento de aves, pero ya mucho antes comenzó a interesarse por la fotografía. Tras la muerte de su abuelo en 2017, las aves (especialmente los picaflores) y las fotos le ayudaron a sobrellevar la pérdida.
Al patio de su casa suelen llegar muchos mainumby, sobre todo en invierno. Ella les pone bebederos especiales y ellos se le acercan con toda confianza. Este año fue sorprendida por la visita del que llaman “picaflor copetón”, que hace años ya no se veía en el país inclusive.
En Paraguay hay unas 17 especies de picaflor y Bianca asegura que son tan importantes como las abejas en el proceso de polinización. “Sin ellos no vamos a existir nosotros”, resaltó.