El aguacero no impidió que saliera a dar el adiós a sus ídolos. Agitando la casaca del club de sus amores, Isaías Ayala saludó a la comitiva azulgrana mientras pasaba por la ciudad de Atyrá, rumbo a la capital del país.
La conmovedora escena, que tuvo lugar el sábado, tiene detrás la tierna historia de un hincha que vive por y para el Ciclón.
“Por complicaciones nació con irritación cerebral, parálisis cerebral y quedó en incubadora 30 días”, explicó a EXTRA María, hermana del muchacho.
La discapacidad sin embargo no le impidió enamorarse del rojo y azul. “Nadie sabe cómo empezó su fanatismo porque en la familia hay una división, en nuestra casa somos 5, Isaías y mamá son de Cerro, mi papá, mi hermano Ángel y yo somos de Olimpia”, comentó entre risas el familiar. Lo cierto es que la vida de este joven gira en torno al Club del Pueblo.
Pasión y fe
“Reza y pide a Dios y a la Virgen que Cerro gane, arrodillado se pone antes de cada partido”, comentó María.
En el mundo de Isaías no existen otros colores y basta con solo ver las fotos. “Él tiene 30 casacas del Ciclón. Todos los días usa la camiseta azulgrana, siempre le decimos que la gente va a decir que no se cambia luego. Los domingos le obligamos a que se cambie”, contó la hermana del hincha, soltando una carcajada.
Su máximo ídolo es Roberto Nanni y entre sus anhelos está conocer la Nueva Olla. “Ese es su sueño, no lo pudimos llevar aún”, mencionó Ayala. Demás está decir que el joven de 23 años no se pierde un solo partido de su club y que el blanco y negro son colores que no le agradan.
“Para hincharle, Ángel, mi hermano, solía entrar al baño sin llevar su toalla y le pide a Isaías que le pase. Para no tocar la toalla de Olimpia agarra con la escoba y ahí le pasa”, relató la muchacha.
Hasta tuvo que cambiar de menú. “Desde que supo que se le dice pancheros a los de la O dejó de comer eso”, agregó María.