Una extraña sensación invadió a la humilde pareja del interior de Ñeembucú al recibir una inesperada llamada.
Los funcionarios de la Defensoría Pública de Pilar a cargo de la abogada Lizza Florentín, le dieron la noticia: eran abuelos.
Con todo un equipo de profesionales, Florentín se trasladó hasta su casa para explicarles que su hija había abandonado a la criatura, presa de una fuerte depresión posparto.
“Los abuelos no sabían sobre la situación, no sabían sobre el embarazo. Se hizo un estudio socioambiental y ellos quedaron muy contentos. La familia sufrió mucho, la situación les pesó”, contó Lizza.
La defensora relató a EXTRA que todo empezó hace algunas semanas atrás, cuando un recién nacido fue abandonado por su madre en una clínica del centro de la ciudad de Pilar.
Junto con el fiscal Federico Solano López iniciaron las investigaciones para dar con la madre y a los pocos días lograron ubicarla. “Se hizo una intervención rápida y oportuna porque estaba ella pasando por una situación difícil, no sabemos si es que no se le ubicaba, podía hacerse daño a ella misma”, mencionó la abogada.
Caso de ejemplo
Explicó que para tomar la decisión de reintegrar al bebito al seno de la madre, tuvieron en cuenta un caso por el cual Paraguay fue condenado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
“Una bebé fue abandonado frente a una iglesia a causa de una fuerte depresión que tenía la mamá y no se le reintegró a la niña. Años le llevó a la familia a recuperarle a la niña”, detalló.
Comentó que los abuelos se comprometieron a cuidar a su hija y al bebito. Cumplidos los trámites burocráticos, se les entregó a la criatura en la víspera de Nochebuena.
“Va a hacer todo el tratamiento y luego a volver a su vida de antes. Le inscribimos en el registro civil con la mamá cuando le ubicamos, él ya tiene identidad”, refirió.
El pequeño fue inspeccionado en el hospital regional, desde donde informaron que está sanito y fuerte.
Pidió que no se condene sin saber
La defensora lamentó porque existen situaciones parecidas donde “se les condena de entrada a las mujeres” por abandonar a sus bebitos, sin saber por lo que estaban pasando.
“En este caso, tanto la Fiscalía como el Juzgado entendieron que se le dio una mirada con enfoque de género en el sentido en que se tuvo en cuenta las condiciones que las mujeres atravesamos tanto física como psicológicamente cuando damos a luz a un niño”, expresó finalmente.
“Ojalá que sirva para que muchos colegas y operadores de justicia tengan en cuenta las condiciones físicas y sicológicas por las que atravesamos las mujeres cuando estamos en esas condiciones y no se les juzgue y condene antes de tener todos esos aspectos”.
Regresó con su hermana luego de 11 años
Otra restitución de hogar exitosa. La vida de Lissa no fue fácil. Tras perder a su madre a causa de un infarto, ella y sus hermanos quedaron a cargo del padre.
El hombre, lejos de cuidarlos, los agredía físicamente. En el 2009 ellos tenían 5, 9 y 11 años, ella era la más chica.
Fueron rescatados del poder del padre en San Rosa (San Pedro) y llevados a una casa hogar en Pedro Juan Caballero, para ser adoptados.
Luego los dejaron a cargo de una familia guardadora, pero ella escapó. Al ser hallada de vuelta fue llevada de nuevo al hogar de niños y nunca volvió a ver a sus hermanos.
Los años pasaron y días atrás, la muchacha ya de 16 años, se reencontró con su hermana, hoy de 22 años.
“Fue súper difícil encontrarle. La ubicamos en Lambaré, pero cuando nos fuimos hasta allá, ya no vivía ahí. Le localizamos en Repatriación, Caaguazú”, comentó a EXTRA la defensora Roselí Echeguren. Rápidamente liquidaron los trámites para que ella pueda pasar Navidad con su familia.
“Cuando se enteró que le encontramos lloró luego y empezó a escribirme cartas a mí y al juez pidiéndonos por el amor de Dios le dejemos estar con ella, porque lo que más quería es tener una familia de vuelta”, contó Echeguren.
En la camioneta de la Defensoría la llevaron desde Pedro Juan hasta Repatriación. “Para ella fue lo máximo, ‘el mejor regalo de Navidad que me diste’, le dijo a la defensora.
La meta: juntar a los tres
No obstante, Rosalí señaló que aún deben encontrar a su hermano quien tendría actualmente 20 años y estaría trabajando en Brasil. “Nuestra meta es juntarlos a los tres”, finalizó.