Una remera negra con la imagen del coronavirus es lo que pidió la profe de danza del hijo del quinto grado de Rosana Cano en San Lorenzo.
Lo usarán en el acto de clausura que será por videollamada en vivo, cada alumno desde su casa.
“Como nadie tiene algo así, se optó en el grupo de padres hacer todos juntos y que nos salga más barato, a G. 35.000”, indicó.
Solucionaron el inconveniente, sin embargo, los pedidos de fin de año son inusuales, como el palo de escoba que tiene que pintar y romper para que use su hijo en la clausura de educación física.
Cano lo único que espera es que pronto termine. Afirma que su hijo sí aprendió algo este año pero ya están nerviosos y ansiosos porque lleguen las vacaciones.
Sobrevivientes
Los chicos de la promo COVID dicen que sobrevivieron “a las clases virtuales y a sus mamás como profes”, tal como dice una remera que se hizo viral en las redes.
“Si pasa de grado, las dos pasamos porque encima de ella estuve”, dijo entre risas Lisa Insfrán, de San Lorenzo, acerca de las clases virtuales con su sobrina del quinto grado.
En la escuela del hijo de Rodrigo Smitmans, que está en primer grado en Fernando de la Mora, aún no avisaron si tendrán los famosos recuerditos de fin de año.
“Hay muchos que en las pruebas no pasaron y se están centrando en ellos los profesores”, afirmó. Tendrán clases hasta finales de mes.
Buen seguimiento
Para estas últimas clases y exámenes que quedan, Franca La Carruba, presidenta de la Sociedad Paraguaya de Psicología, aconsejó un acompañamiento cuidadoso de los padres.
“Que por lo menos en estos últimos tiempos los niños no reciban más presión porque la situación es diferente y la metodología también”, dijo. Instó por una ayuda más flexible para no provocar un rechazo escolar y que por lo menos a la noche les acompañen.