Las botas y el pilotín de Jamila Noemí Aquino permanecen en una esquina de la puerta de su humilde vivienda, en el barrio Las Residentas de Pilar, Ñeembucú. Allí los coloca para perder el menor tiempo posible, cuando se trata de cumplir con su particular trabajo.
La joven de 18 años tiene una importante misión con sus vecinos: desaguar la zona. Uno, dos y hasta tres días fuera de casa suele pasar, con tal de cumplir su labor.
“En cuanto llueve ya tomo mi equipo y corro para mi caseta, enciendo las máquinas y dirijo el trabajo, no salgo de allí hasta que la motobomba absorba de las calles hasta la última gota de agua y las deposite fuera del muro”, contó a EXTRA.
Un orgullo. “Me siento muy contenta porque mi papá está muy orgulloso de mí, esa es mi recompensa”. Jamila Noemí Aquino.
Orgullosa, dijo que lejos de avergonzarse, siente una tremenda pasión por la maquinaria.
“Por 9 años mi papá ocupó el puesto y luego tuvo un derrame, me animé a cubrirle yo, me gusta esto”, explicó.
Tres días sin dormir
Los últimos días, debido a las inundaciones, desaguar fue un caos. “Estuve sin dormir por tres días con tal de cumplir con mi rol cuando más necesitaba el barrio”, mencionó. Al igual que ella, la Municipalidad pilarense designó otros “motobomberos”, pero Noemí es la única mujer.
“Lo mejor de todo es que con un trabajo digno estoy ayudando a mi familia”, expresó contenta.
Ella vive con sus padres y sus hermanos, quienes aplauden su valentía. Al término de esta edición, Noemí preparaba su mate para una larga noche de vigilia. “Es mi responsabilidad y es un honor cumplirla”, dijo.
Un informe indica que el nivel del río Paraguay en Pilar creció otros 4 cm. Pronostican lluvias hoy y mañana en Ñeembucú.