El tatuador paraguayo conocido como Pitito que se volvió famoso por sus célebres obras como el león en la espalda de Richard Sánchez, el rostro de Julio Mazzoleni en la pierna de un joven, entre otras; pretende dejar ahora su sello dentro de una cancha.
Si, así como lo leyeron, Carlos Rodríguez además de ser un crack dibujando en la piel de las personas había sido suele desparramar talento con una pelota y ahora está en plena pretemporada con un equipo de primera. “Vine con pase en mano y fiché por River”, confirmó a EXTRA.
Su historia peloteril comenzó en las inferiores de Olimpia, de ahí pasó a la reserva de Luqueño y luego anduvo por clubes de la B e Intermedia. Últimamente chutó en Capiatá y se consagró campeón con Villa Hayes en el Campeonato Nacional del Futsal FIFA disputado hace poco en Villarrica.
Con 30 años, el que se desempeña como volante por derecha, todavía no se estrenó en la máxima categoría y batallará por ese sueño. “Dije que iba a seguir en la búsqueda de poder debutar porque nunca es tarde. No me rendí jamás y se me dio la oportunidad de poder estar acá”, expresó.
Pitito fue recibido con los brazos abiertos por los muchachos del Kelito. “Estoy con muchos de los que jugaron conmigo en inferiores y clientes también. Me siento muy cómodo con ellos”, mencionó.
Mientras tanto, su próspero negocio de tatuajes quedó a cargo de sus colaboradores. “Tengo personas que atienden en el local. Las citas que tengo tuve que posponerlas”, comentó.