Cruzar la vereda de enfrente es un pecado casi mortal para hinchas de Olimpia y Cerro Porteño.
El miércoles se armó mucho alboroto tras conocerse que Diago Medina, un prometedor delantero de 16 años, dejó Cerro Porteño para fichar por Olimpia. Eso cayó más pesado que empanada de chancho a hinchas y dirigentes del Ciclón.
Ayer, el presidente franjeado Miguel Brunotte habló largo y tendido de este tema. El alto directivo puso de ejemplo el caso de Robert Morales para afirmar que en carpas olimperas no armaron ningún drama cuando el atacante dejó Para Uno para mudarse a Barrio Obrero.
“Nosotros teníamos a un joven con contrato en el club y no hicimos ningún lío ni escándalo cuando se fue, porque él quería jugar en otro equipo”, recordó.
“Si tenés una relación contractual con un jugador y, a pesar de esa relación el jugador sale, lógicamente que genera un disgusto, pero no hicimos ningún tipo de lío porque entendemos que acá hay una persona primero”, continuó el canoso dirigente.
Brunotte dejó en claro que la entidad decana no contratará a ningún chico que no tenga ganas reales de vestir la franja negra. “Se tienen en cuenta varias cosas, la familia es importante también en un chico de 16 años”, manifestó.
Hay que respetar
El presi aclaró que lo importante es entender y respetar el deseo de un atleta juvenil y dijo que se debe asimilar el hecho de que todavía necesita un desarrollo personal.
“Respetamos primero a la persona y después entra toda la parte contractual, si tiene o no contrato que le ata a un club. Cuando eso se combina, avanzamos. Acá lo que no tenemos que permitir nunca es que un jugador se convierta en mercadería”, indicó.