Su instinto de madre le decía que algo estaba mal con su hija de 16 años. Andaba más cerrada a contar sus cosas desde que corrió el chisme de que “se entendía” con un profesor. Por eso le había pedido mudarse de colegio, para que la gente dejara de acusarla.
“Era su profesor de castellano el año pasado. Ella negaba, aunque igual le cambiamos de colegio este año”, contó la mamá a EXTRA.
En la nueva institución la menor estaba siendo controlada por la amiga de la señora, quien trabaja allí, por lo que supo que un día de abril la nena faltó a clases.
“Llevó había sido su ropa en la cartera, pero ese día no llegó al colegio. Al día siguiente se fue a la iglesia y ahí revisamos su teléfono y encontramos mensajes comprometedores”, relató la doña.
Acusado
Si bien la niña admitió “estar enamorada” del hombre de 42 años, la mamá le advirtió que no puede permitir ninguna relación porque es menor y denunció al docente por acoso y abuso sexual.
Hasta 1997, la ley permitía que se extinga la pena en los delitos de violación, estupro y rapto cuando el ofensor se casaba con la víctima: esto fue insinuado por el tipo.
“Se hizo valer por un vecino. Vino a decir que iba a pagar su facultad, que se iba a casar, que le iba a tener como una reina si retirábamos la denuncia. Ahí dijimos con mi marido que ella no es un objeto, una mercadería. Mi conciencia no voy a vender”, indicó.
La madre señaló que tuvo que mandar a su hija a otra ciudad para evitar que el docente la siga viendo. Está con una tía y estudia. “En la prensa sale: ‘denunciá’, ‘denunciá si es menor’, pero nadie me hace caso. Las pruebas que presenté desaparecieron”, lamentó.
Intentamos hablar con el fiscal Alfredo Mieres, quien solicitó el sobreseimiento del educador, pero no contestó las llamadas.