El liberal Dionisio Oswaldo Amarilla Guirland es el tercer senador que es echado del Congreso, bajo la figura de la pérdida de investidura, aprobada anoche por sus pares, durante una maratónica sesión extra que duró más de 6 horas y que fue transmitida en directo en las redes sociales.
El ahora exlegislador fue acusado por presunto tráfico de influencias, al ser filmado cuando aparentemente intercedía a favor de un empresario que pugnaba en una licitación, para brindar servicios de seguridad, en el Instituto de Previsión Social (IPS).
Flanqueado por sus abogados, Carlos Bogado y Carolina de Gorostiaga, Amarilla ensayó su defensa, alegando que el video que lo involucra fue editado y cuestionó al periodista que publicó las imágenes. Negó que haya cometido tráfico de influencias y hasta apeló a algunas frases del papa Francisco.
Cuando se le permitió el uso de la palabra, Gorostiaga criticó a los senadores y apeló a una frase que es muy utilizada en memes.
“No esperaba nada de ustedes y aún así han logrado decepcionarme”, dijo, provocando la reacción del plenario, que exigió respeto a la profesional del Derecho, quien tuvo que pedir disculpas.
El presidente del Senado, Silvio Ovelar, quien votó a favor de Amarilla, advirtió a la abogada que no la dejaría seguir hablando, si seguía con esa actitud.
Al inicio de la sesión, Amarilla pidió una prórroga de 8 días, para que se trate su pérdida de investidura, a fin de que puede reunir más pruebas a su favor. También, el senador Fernando Silva Facetti propuso una suspensión de 60 días para su correligionario, pero no prosperaron ambos pedidos.
Mientras tanto, en las plazas frente al Congreso se manifestaron seguidores y detractores de Amarilla, por lo que se reforzó la seguridad policial, para controlar a la gente.
El año pasado, el primero que había perdido su investidura fue Óscar González Daher; luego, ya este 2019, lo siguió Víctor Bogado. Jorge Oviedo Matto renunció, antes de ser echado.