Desde hoy, los peregrinantes que arriban a la villa serrana rumbo a la Basílica de Caacupé estarán cuidados por más de 6.000 efectivos policiales para garantizar la seguridad.
Desde el inicio del novenario, miles de católicos acuden a diario junto a la Virgencita Azul diariamente. Por ello, esta aglomeración de promeseros estará también vigilada por 10 cámaras de seguridad con reconocimiento facial para identificar a personas con órdenes de captura.
El comisario Adolfo González, jefe de Prevención del departamento de Cordillera, dijo a EXTRA que las imágenes están siendo monitoreadas por agentes del 911.
“Reconoce a las personas con antecedentes, a partir de una base de datos. Lo que hace es una comparación rápida del rostro, compara nariz, ojos y esas cosas. Salta una alerta. Los vigilantes avisan por radio y el patrullero más cercano realiza la verificación”, explicó el jefe policial. Indicó que, por motivos estratégicos, no detallan la ubicación de estas cámaras. Hasta ahora no hubo detenciones mediante este método, pero sí en controles policiales que están distribuidos a lo largo del trayecto a la capital espiritual. “Es importante que tengan sus documentos y el de sus hijos”, alertó.
Hicieron 120.000 hostias
La hermana Clara, religiosa del Monasterio de las Monjas del Silencio, contó a EXTRA que por tres meses prepararon el pedido de 120.000 hostias, que alcanzarán “hasta para la octava”, según dijo a EXTRA.
Se hacen de harina tipo 0000 y agua. La monja indicó que el verdadero secreto es la consagración que se hace durante la misa.