La vida le puso una carga muy pesada a sus cortos 11 años. A Carlitos le arrebataron sus padres, hermanos y sobrinos el pasado 3 de julio, cuando el policía Isidro Casco atacó a balazos a la familia en plena madrugada, en Capiatá. El pequeño guerrero salió de alta y tras la insistente pregunta de “¿dónde están papá y mamá?” tuvieron que contarle la verdad.
En medio del dolor que significará asimilar su nueva manera de vivir, aparece el deporte rey como un método que busca alivianar el dolor.
“Él es un chico alegre, ese que te dice siempre ‘profe, si no hay arquero me quedó yo’, así lo describe Jorge Achucarro, el DT de la escuela de fútbol Las Águilas, de Itauguá, donde el niño iba como refuerzo.
Ayuda
Fue así que Achucarro se propuso organizar toda una campaña en favor de Carlitos para llevarle al menos algo de alegría en tan difícil momento. “Organizamos una hamburgueseada, todo lo que recaudamos ayer irá a parar a las manos de él, porque sabemos que necesitará alimentarse con frutas y verduras”, explicó el profe.
Jorge también recurrió a los amigos que le dio el balompié. “Les agradezco a los que me ayudaron y apoyaron en esta causa”, expresó. Muchos de los que le hicieron saber a Carlitos que no está solo les enviaron videos alentándolo. Como Fredy y Adan Bareiro, el Chava Cabañas, quien además le autografió una pelota.
Desde los Estados Unidos, el exjugador de la sele, Emilio Martínez, que le mandó fuerzas a través de un emotivo video. También el juvenil jugador del Guma, David Zárate, quien le pidió que no decaiga y le mandó un fuerte “abrazo de gol”.