Mario Villamayor, no quería llamar e involucrar a su esposa, porque los hombres que lo secuestraron estaban armados.
El sábado, cerca de la media noche, cuatro hombres ingresaron a la casa de Villamayor y a rastras lo metieron a un vehículo, según el denunciante.
La víctima es dueño de un taller mecánico en el barrio San Miguel de Capiatá. Los delincuentes suponían que había cobrado un dinero.
Mientras el vehículo daba vueltas por las calles, a Mario lo golpeaban y lo amenazaban con una pistola: “Conseguinos los G. 10.000.000 o te matamos acá mismo”, decían a Villamayor.
El mecánico llamó a su esposa. Le explicó que estaba bien pero que le exigían diez palos para ser liberado.
La mujer se movilizó para conseguir la plata. Luego de casi una hora vuelve a comunicarse y señala que no ha conseguido todo el dinero.
“La víctima declaró que dijo a los delincuentes que solo tenía G. 7.000.000 y que ellos lo aceptaron. Cuando la señora hizo la entrega, él fue liberado”, expresó el fiscal Hugo López.
Eran policías
Los secuestradores repetían constantemente que eran policías y que si denunciaban, las cosas se pondrían peor para su familia.
“La víctima tenía perfectamente identificado a dos oficiales. Estamos investigando a dos personas más”, dijo el fiscal.
Tras un allanamiento en la Comisaría 46, de Luque, fue detenido el suboficial Rubén Lezcano. También el suboficial José Castillo, de la subcomisaría 3ra. San Rafael.
La Fiscalía incautó los vehículos, las armas reglamentarias y celulares de los uniformados.