Ramonita G. C. (38), dormía profundamente. Al sentir unas manos que recorrían su cuerpo, pensó que eran las de su marido.
Eran las 7:00 de la mañana de ayer, cuando su esposo Fabio R. (37), regresó a la casa situada en el barrio San Juan de Presidente Franco, y vio que otro hombre estaba en su cama, junto a su mujer.
Al prender la luz, los gritos de su esposa, recién despierta al ver a otro hombre en su cama lo obligaron a abalanzarse sobre el desconocido.
Con una furia inatajable, el dueño de casa empezó a castigarlo a puñetazos, mientras su mujer llamaba al 911.
Agentes de la comisaría sexta local llegaron rápidamente al sitio y procedieron a rescatar al hombre del ataque.
En completo estado etílico fue auxiliado por los agentes policiales hasta el centro de Salud local donde fue atendido y posteriormente derivado al calabozo de la citada dependencia.
“Estaba muy ebrio y golpeado, no supo explicar lo que pasó”, comentó el suboficial Inspector Matías González. El mismo fue identificado como Juan Carlos Rojas Peña de 38 años, quien contaba con dos órdenes de captura, según el sistema de informática de la policía.
Ya entrada la tarde, el detenido acudió ante la fiscal Susan Vega, a quien mencionó que la noche del sábado estuvo compartiendo tragos con Ramona, quien supuestamente le invitó a ir a su casa.
“Según él al llegar al portón se le acercaron unos sujetos que lo golpearon y le sacaron su dinero. El esposo al ver que le golpeaban se unió”, relató la fiscal Vega.
Detalló que ayer no pudieron dar con la víctima para confirmar la versión pero que el detenido fue imputado por coacción sexual.
Lo buscaban hace 15 años
El detenido resultó ser un potencial homicida que desde el 18 de abril del 2005 era buscado por un intento de asesinato que cometió. También pesaba sobre él otra orden de captura por violencia intrafamiliar del año 2018.
Tras imputar al detenido, la fiscal solicitó su prisión preventiva. Rojas Peña fue trasladado a la Jefatura Policial de Alto Paraná donde quedó a disposición del Juzgado.
El ka’ úcho “desatinado”
Una situación similar se dio en el barrio San Pedro de Encarnación. Cerca de las dos de la madrugada de ayer, José Espinoza se llevó un susto de aquellos al percatarse de que un hombre dormía en su patio.
Creyendo que era un ladrón, llamó a la policía. Agentes de la comisaría 106 llegaron al sitio y pillaron que estaba totalmente ebrio y lo llevaron a la comisaría.
Allí quedó a dormir y entrada la mañana, se sorprendió de haber despertado preso.
Era Gregorio Flores Fernández (56), carpintero. Él contó a los policías que al salir del laburo quedó a tomar algunas cervezas y al perder su último colectivo deambuló por la calle hasta quedar rendido en el patio ajeno.