Aún internado en terapia intensiva, el pequeño de apenas cuatro años; que proveniente de Paso Barreto, ayer finalmente dejó la respiración asistida.
Su evolución es un hecho, contó el doctor Bruno Balmelli, director del Hospital del Quemado de Asunción.
El pequeño registra una leve mejoría a las quemaduras recibidas en Navidad, luego de la explosión de fosforito en un frasco con nafta, aunque sus padres están en la mira de la Justicia.
Así lo confirmó a EXTRA la fiscala Monalisa Muñoz, integrante de la comitiva fiscal que de oficio tomó este caso y el de los otros seis niños quemados por petardos.
“La denuncia fue formulada por el propio director del Hospital de Trauma (Dr. Agusto Saldívar), y a partir de ahí hay dos procesos: uno en la parte civil y otro en la parte penal”, refirió la letrada.
Explicó que en el primer ámbito, que será llevado adelante por su colega Diana Gaona, trabajará en una imputación por violación al deber del cuidado.
Aseguró que en caso de ser condenados por ese hecho, perderían la patria potestad de los chicos.
“Son ellos los responsables porque si bien no se prohíbe la venta de estos productos, sí que los niños los manipulen”, afirmó.
Las penas contra los padres van desde los 6 meses hasta los 3 años de cárcel, pero lo más grave para ellos en este caso es justamente la pérdida de sus hijos.
La fiscala enfatizó en torno a la manipulación no solo de materiales pirotécnicos, sino además de elementos como vehículos y otros que pongan en riesgo la vida de los peques.
¿A la cárcel?
El próximo lunes se tendrán designados los fiscales encargados de la investigación penal, pues los padres, tutores o responsables, tendrán que enfrentar el proceso bajo el riesgo de ir a parar tras las rejas.
“Se va a ver de acuerdo al domicilio de cada uno de ellos, porque ese proceso se lleva a cabo en el lugar donde ocurrieron los hechos”, aseveró.