Al terminar de cargar el combustible, Diego Coronel miró detenidamente a su tempranera clienta. Eran las 7:00 de la mañana de ayer, pero el playero de 28 años tenía prendidas todas sus antenas y cuando la conductora, en vez de agarrar su cartera, apretó el cambio, intuyó lo que pasaría.
No era la primera vez que una persona le pedía tanque lleno y rajaba sin pagar, por lo que Diego ya estaba preparado para reaccionar.
Apenas terminó de colocar la tapa del tanque al vehículo y la mujer aceleró, él entró en acción. El empleado sacó de su bolsillo una balita de hierro y lanzó contra el rodado.
“Él le había pedido a un amigo que le prepare y así dejarle alguna marca al auto que intente de nuevo hacerle eso, para que sea más fácil encontrar y agarrarle”, relató a EXTRA el comisario Edgar Ferreira, subjefe de la comisaría 52 Central.
Resuertudo
Ocurrió en la estación de servicios Petrochaco situada en el barrio Laurelty de Luque. Con una puntería increíble, Diego le dio al parabrisas trasero y lo dejó hecho pedazos.
Pero su fortuna fue más grande aún, pues justito pasaba por ahí el oficial Hugo Javier Frutos, personal de la 52, quien está de vacaciones, pero no dudó en darle una mano.
Al verle corriendo tras el coche, lo siguió y llamó a sus colegas, logrando detenerla. Al volante estaba Fabiola Mariel Cubilla Rey (27), residente en el barrio Molino, quien dijo a los policías que el auto no era suyo, lo alquilaba para laburar como bolt.
Ferreira indicó que la mujer calculó fríamente el hecho, pues “adentro del vehículo encontraron la chapa”. El uniformado indicó que es probable que haya usado ese modus operandi en otro local.
Ferreira contó que, de acuerdo con la denuncia formulada por el playero, el costo de la carga de combustible que hizo la chica alcanzaba G. 305.000.