Como todos los domingos, la familia de Cayetana Lezcano se preparó para ir a aplacar el intenso calor con un chapuzón en la Playa Municipal Pilarense, en el departamento de Ñeembucú, pero el ataque de unas pirañas arruinó su paseo y el de otras cuatro familias.
“Dos minutos después de que mi hija entró al agua, escuché que gritó ‘¡mamáaa!’. Del susto me fui corriendo junto a ella y, llorando, me dijo que algo le mordió o que le cortó en el pie. Ahí vi la sangre”, recordó Cayetana.
La criatura tuvo una herida en el dedo gordo del pie derecho. La llevaron hasta el puesto de salud de la zona donde le dijeron que, efectivamente, se trataba de una mordedura de piraña.
“Le arrancó la piel y la herida es profunda. Toda la noche le dio fiebre, pero está mejor. Gracias a Dios, solo fue esto”, dijo angustiada la mamá.
La señora cuestionó que en el sitio no se haya colocado un cartel de advertencia. También lamentó que los propios veraneantes no dijeron nada, sabiendo que antes de ella, otras cuatro personas fueron atacadas por las pirañas.
Quedaron con miedo
“Es raro lo que pasó, pues cada domingo venimos y es la primera vez que nos sucedió algo así. Ahora mi nena se quedó con miedo y ya no quiere ir a la playa”, alegó Lezcano.
Según algunos presentes, los peces fueron atraídos por la comida. “Dijeron que dos chicas estaban comiendo papas fritas dentro del agua, además de que algunos pescadores limpiaron los pescados en el lugar y todo eso atrajo a las pirañas”, señaló la doña.
Otra que sufrió mordidas en el dedo del pie fue Sandra Morales. La trasladaron hasta el hospital local y allí se encontró con dos víctimas más del terrible ataque de los peces carnívoros.
Prohibido para bañarse
Dionisio Pintos, de Servicios Varios de la Muni de Pilar, manifestó que la playa no está habilitada para el baño y que no hay cartel “porque nunca pasó algo así”.