En la ciudad más calurosa de Paraguay, la gente espera en sus casas o bajo la sombra de un árbol que sean las 17:00 para salir.
Así lo contó Leticia Martínez, pobladora de Tte. Esteban Martínez, Presidente Hayes, ciudad que el jueves alcanzó los 45,3°C.
“Esta semana hizo exageradamente calor, fue desesperante, salir afuera es demasiado. Te encerrás nomás en tu casa”, dijo a EXTRA la lugareña.
Una mancha negra sobre Paraguay difundió ese día en sus redes el meteorólogo escocés Scott Duncan.
Era el calor extremo en Sudamérica y en el medio tenía una estrella sobre Tte. Esteban Martínez, que marcó un récord.
Con 45,3°C, “acabamos de presenciar el segundo día más caluroso en la historia registrada de Paraguay”, tuiteó el profesional.
El presidente de la Junta Municipal de dicha localidad, Ciro Pedrozo (PLRA), mencionó que de yapa afrontaron el calor con un corte de luz.
“(El temporal) afectó a la línea de tendido eléctrico de la ruta 12, así que la gente tuvo que soportar sin luz”, contó.
Afirmó que los técnicos están en Villa Hayes o Gral. Bruguez y tardan 7 a 8 horas para reconectarles.
“Desesperante es el calor, la gente usa cielorrasos de paja y con eso amortigua el calor de día y, de noche, el calor se aguanta porque refresca”, dijo. La gente sale con mangas largas, sombreros y trapos sobre el cuello hasta las 11:00. Al mediodía, el pequeño pueblo está vacío, afirmó. Sostuvo que los que no tienen heladeras, usan damajuanas de 5 litros para almacenar agua y otros.
Mucha agua
“Los peones que trabajan están acostumbrados pero toman bastante agua. Desesperante es. Tengo una hija y le pongo el ventiladorcito a batería. Tengo agua en latona esperando a que sea el horario menos caliente. Hidratarse es lo primordial”, dijo Leticia Martínez, pobladora.
Fue tremendo
“En todo el verano hace calor pero ahora fue tremendo, calculamos por la deforestación. El calor se combate con energía eléctrica pero a veces se va la luz. En cuanto a agua, los reservorios se secaron y estamos con pozos artesianos salados”, señaló el intendente Héctor González.