Dos delincuentes llegaron sobre una moto hasta un surtidor ubicado en la compañía Aldana Cañada, de J. Augusto Saldívar. Simularon ser clientes y, armados, empezaron a exigir sus pertenencias y la recaudación a los trabajadores del lugar.
Al darse cuenta de lo que sucedía, el gerente de la estación de servicios bajó de su oficina y encaró a los asaltantes. Estos dispararon contra el hombre, pero felizmente no acertaron, sin embargo, el trabajador también disparó e hirió a uno de los malevos en la espalda.
El cómplice huyó, mientras el ladrón baleado quedó herido. El último fue identificado como Matías Antonio Ríos.
La policía encontró el poder del aprehendido un arma y ropas que al parecer iban a usar para despistar a la policía.