Un tenso ambiente se vivía en la casa del barrio Achucarro de San Antonio, hasta que el ruido del golpe de la pala perturbó a los presentes. Bomberos, agentes de Antisecuestros de la policía y la fiscala Gladys González fueron testigos del peor final en torno a la desaparición de Analía Rodas.
Bajo una gran cantidad de tierra, basura, piedras y cal, con dos pies se toparon los intervinientes.
“Estaba envuelto en una sábana. El bombero tuvo que romper la tela y vimos que era la planta del pie”, detalló la fiscala.
“No sé qué hace ahí ese cuerpo”, dijo inmediatamente César Fernando Rodas, hermano de la chica de 34 años, con absoluta frialdad. Luego de caer en varias contradicciones, el muchacho de 28 años confesó que la enterró, pero que su muerte fue un “accidente”.
Desde el momento en que llegó la comitiva, Fernando estuvo súper tranquilo. “Hasta el último momento él se mantuvo en que ella se fue de la casa ese día, en la tarde del 27 de noviembre”, dijo González.
Explicó, sin embargo, que Fernando se medica con antidepresivos desde el 2018, cuando sufrió un cuadro depresivo, y mencionó que la medicación le pudo mantener sereno hasta el hallazgo.
“Con eso tenía controlada su actitud frente a terceros porque toma medicamentos fuertes”, declaró la fiscala.
El abogado de la familia Rodas, Diego Lansac, refirió que además sería adicto al alcohol y otras sustancias.
Muchas dudas
La fiscala aseguró que existen varias inconsistencias en los relatos del principal sospechoso y Hugo, el novio de Analía, pero que la versión del hermano hacía sólida la coartada de la pareja.
“Él (por el novio) estuvo en la mira pero le salvaba la declaración de este muchacho”, expresó.
Según Fernando, la noche previa a la desaparición de la hoy fallecida discutió con su novio y en la madrugada del viernes 27 de noviembre salió de la casa para ir a laburar.
Hugo, en su defensa, afirmó que ese día terminaron la relación porque encontró mensajes de otros hombres en el celular de la víctima.
Luego, con la desaparición, Fernando dijo que al mediodía del 27 fue la última vez que la vio y que Analía le dijo que viajaría a Sanber. Según él, salió de casa y abordó un auto Mercedes Benz.
Tras el hallazgo el pariente relató que, al discutir con el novio, ella se escondió en el baño y, entrada la mañana, echó a patadas la puerta: ahí la mató “por accidente”, según él, y la enterró en el patio. Pero, el novio aseguró haber hablado con ella el 27 hasta el mediodía y dijo que después nada más supo. Los celulares de la joven ya estaban apagados y recién el 7 de diciembre su hermana Liliana denunció la desaparición. La comitiva llegó ayer a la casa de vuelta, tras más de 7 meses de su desaparición al obtener resultados de la ubicación de los celus de Analía. Estos nunca salieron de la casa.
¿Había sangre?
La fiscala comentó que durante el allanamiento levantaron como evidencia prendas de Fernando y fundas que tenían manchas y que podrían ser sangre. Las pruebas fueron enviadas a laboratorio forense de la Fiscalía para confirmar o descartar. También serán peritados los celulares de Fernando y Hugo.