Un abrumador silencio invade hoy la quinta de 30 hectáreas Monte Capara de la compañía Isla Alta de Emboscada. No hay rastros de la niña que preocupa a todo el país.
Allí, hasta hace casi tres semanas Juliette Yuyu Le Droumaget Zapata (7) y su hermana de 10 años correteaban sin cesar. El mismo sitio donde según su abuelo materno, Rufino Zapata, vivían en triste precariedad.
“Le veía a mi nieta sacar el colchón del contenedor. Ella solita quitaba esforzándose al máximo para sacar, llevarlo a cuestas y dormir sobre él”, expresó el dolido familiar.
Aseguró que tanto ella como su hermana dormían en el suelo y no en una cama como había dicho el abogado de su padrastro, Max Narváez. Sobre esto, aseveró que la casa cuenta con dos piezas, por lo que las circunstancias hacen suponer que, si las niñas dormían en la cama efectivamente; todos dormían juntos en una sola.
“Se entiende que duermen los cuatro en esa cama porque no existe otra cama ahí. Hay una pieza con una cama y la siguiente es una oficina”, detalló Zapata en Telefuturo.
Testigos afirmaron que la niña recibía constantes maltratos de parte de su padrastro, quien supuestamente aseguraba que “era una maldición tener una hija así”.
El fiscal Carlos Maldonado realizó varios allanamientos, miraron el pozo ciego y otros sectores. Hallaron rastros de sangre, especialmente en una camioneta con la que su padrastro, Reiner Helmut Oberüber viajó días antes de la desaparición, ocurrida el 15 de abril.
“Le conozco sin dudas a mi hija, es muy noble, no es capaz de dañar a una criatura, más bien podría ser ese señor. No lo acuso, pero pido una minuciosa investigación”, Rufino Zapata, abuelo materno de Yuyu.
18 días de su misteriosa desaparición se cumplen hoy
Vecinos no bajan los brazos con la búsqueda y aseguran que ya recorrieron todo el perímetro, pero no hay rastros de ella. “Imposible que haya caminado más de 3 cuadras”, dijo una.