En la igualdad sin goles entre los vecinos de barrio Obrero, la polémica infracción cometida por el volante de Nacional Rubén Ríos sobre Robert Piris Da Motta, de Cerro Porteño, fue la jugada del partido de la que el rollo habló.
A los 25 minutos de la primera parte el mediocampista tricolor le metió un planchazo a la altura del tobillo al jugadora azulgrana que para el árbitro y los del videoarbitraje solo ameritó una amarilla. El protagonista de la falta tuvo sensaciones encontradas aunque reconoció finalmente que lo pudieron haber mandado a las duchas antes de tiempo. “No tuvo la intensidad necesaria para una roja. Viendo después la imagen del VAR digo ‘qué raro que no me echó’ pero, en el momento, en cancha, sentí que no era para roja”, soltó el jugador en Fútbol a lo Grande (1080 AM).
Los del Ciclón se quedaron aún más indignados porque también se quejaron de un un codo al cuello de Piris en la misma acción, pero esto fue negado por Ríos. “Arriba no le toqué, mirando el video parece que sí, pero arriba no hubo contacto”, aseguró.
Para el futbolista nacionalófilo hubo mucho de exageración por parte sus vecinos. “Le dije que se pare, no tenía nada en el tobillo. Les tocabas y se tiraban, hacían un circo, le dije que iban a descomponer el partido así, que nos ganen bien 11 contra 11", contó.