Una jornada ardua se tuvo ayer por barrio Obrero de cara a las elecciones donde, además de una ola de calor, se vino una ola de impugnaciones entre los distintos grupos que pelean por quedarse con el poder en Cerro Porteño.
El oficialismo fue el que dio el primer paso impugnando a dos vicepresidentes de la lista Alianza Azulgrana. Uno de ellos es Francisco Fariña, cuya sanción por parte de la Conmebol por supuesto intento de amaño saltó al tapete en estos días. Si bien el señalado aclaró que ya cumplió con el castigo y se trató de un malentendido, prefirió transparentar el proceso de su equipo dando un paso al costado con su renuncia.
“De cualquier lugar voy a apoyar a Julio Ullón cuando sea presidente, porque vamos a ganar”, aseguró en la 730 AM.
Contraataque
Un poco más tarde, el movimiento atacado redobló la apuesta presentando tres impugnaciones. Uno contra Ariel Venialgo, síndico de Jugamos Juntos por no figurar en el padrón y los otros dos contra los candidatos a presidentes rivales.
“Rubén Recalde no tiene los años necesarios (10 como socio) y tampoco trayectoria en el deporte nacional. Juan José Zapag, según el estatuto, ya hizo uso de su reelección de forma consecutiva”, argumentó Javier Balbuena, apoderado de Alianza Azulgrana.
El líder de esta lista, Julio Ullón, agregó más leña al fuego en un comunicado.
“Nadie puede estar por encima del estatuto del club. El estatuto, como todas las leyes, se cumple y se respeta”, tuiteó.
Sorprendido
El que se mantuvo al margen y ligó de rebote es la cabeza de Mundo Cerro que no anticipó el golpe por parte del mismo bando opositor. “Nunca pensé que la impugnación iba a venir del movimiento de Ullón. Está claro el juego, todo es político. Lo que pasó es muy evidente”, deslizó Recalde en la 970 AM.