Ante una nueva negativa a su pedido de liberación para regresar a Paraguay por un delicado problema médico, el expresidente de la Conmebol, Juan Ángel Napout, condenado a 9 años de cárcel por el caso FIFAGate, expresó su tristeza, angustia y desesperación a través de una carta porque en EE.UU. no hacen caso a sus súplicas.
El primer episodio en el que su salud estuvo comprometida fue en época de pandemia en que ya empezaron a marcarlo al compatriota. “En julio de 2020, como es de conocimiento público, contraje el virus COVID-19 y mis abogados solicitaron la liberación compasiva, lo cual me fue negado en dos ocasiones. Pero para alegría de mi coacusado José María Marín de Brasil, a él sí le concedieron la liberación, lo que significó una reducción del 20% de su sentencia”, mencionó en parte de su escrito.
Luego de superar dicho virus, se le presentó otro inconveniente que le afectó la vista. El exdirigente paraguayo ya no ve del lado derecho y en el izquierdo sufre de cataratas. Especialistas que lo atendieron en la prisión de Miami le recomendaron una cirugía pero eso se fue postergando una y otra vez por A o B motivo. En varias ocasiones se le prometió la operación, pero nunca llegó.
“Mi familia y mis abogados intentaron por varios medios, y también les decían que me operarían, pero el tiempo seguía pasando. Varias de las personas a quienes recurrimos nos decían que no hagamos pública esta situación, que tarde o temprano la ayuda iba a llegar. Otros a quienes rogamos ayuda nos decían que ya no había nada que hacer. Pedimos por cartas, se hicieron cientos de llamadas telefónicas y siempre surgía un «pero» o una negativa de atendernos”, manifestó Napout.
Como la justicia yanki nunca le dio una solución, su hermana María Virginia Napout hizo pública la situación del exdirigente deportivo para recibir algún tipo de ayuda y encontrar la forma que se le otorgue la posibilidad de cumplir su pena en nuestro país por la figura “liberación por compasión”. Fue así que la Cámara de Senadores también exhortó a los Estados Unidos a concederle ese deseo por una cuestión de humanidad.
Los fiscales rechazaron la solicitud de liberación y ahora ambas partes deberán ir a una audiencia donde la jueza encargada del caso deberá decidir sobre el tema.
En el final de su relato, Napout agradeció a todas las personas que se pusieron en sus zapatos y manifestó su inmenso deseo de regresar a su tierra natal. “Para mí por lejos Paraguay es el mejor país del universo. Paraguay es el país donde quiero ser enterrado”, remató.
La carta se puede leer in extenso en la página de peticiones change.org Carta de Juan Angel