Osvaldo Martínez integró el plantel albirrojo durante la Copa América disputada en Chile, pero tuvo muy poca participación. El volante no fue tenido en cuenta en ninguno de los dos combos del clasificatorio a Rusia 2018, por lo que prefirió tirar la toalla y renunciar a su sueño de jugar un Mundial. El mediocampista paraguayo Osvaldo Martínez cerró una semana muy complicada en el Distrito Federal, en México. El miércoles por la mañana, el volante del América estaba entrenando con su equipo mientras su chofer, Bruno Alberto (31 años), dejaba a sus dos hijos, de 4 y 7 años, en la escuela.
En un momento, dos hombres armados hasta los dientes sorprendieron al conductor y lo obligaron a manejar hasta la casa de “Osvaldito”, situada en la colonia Fuentes del Pedregal, en la delegación de Tlalpan. Una vez que lograron entrar a la residencia, los delincuentes golpearon a Tania (24 años), esposa del futbolista. Luego la ataron de pies y manos.
Minutos después, la paraguaya fue obligada a solicitar por teléfono un retiro bancario de 300 mil pesos mexicanos (unos 126 millones de guaraníes) con la condición de que el chofer pasaría a recoger el dinero.
El propio Bruno Alberto relató los pormenores del robo. El empledo explicó que, luego de recoger el efectivo y otros 7 mil pesos de un cajero automático, los sujetos descendieron del vehículo con todo el botín.
Despedida Albirroja
Como si no bastara, ayer se supo que Martínez tomó una drástica decisión desde suelo azteca. El volante decidió dar por terminada su experiencia como futbolista albirrojo: renunció a la selección nacional. “Mi hijo me dijo que ya no quiere venir a la selección porque el DT (Ramón Díaz) no confía en él. ‘No vuelvo a la selección’, me dijo después de la Copa América. Le cuesta venir para no jugar”, reconoció su padre, Demetrio Martínez, en la 920 AM.
“Yo le apoyo porque a mí tampoco me gusta que se nacionalicen jugadores y no confíen en los otros. Osvaldo no es profeta en su tierra, así nomás es. Se cansó de venir y no jugar, por eso tomó la decisión de no venir más”, justificó don Demetrio.