
El Danzarín no pudo arrancar peor ante Capiatá en Villa Elisa. Antes de que los espectadores se acomoden, Juan Giménez apareció como un fantasma para romper el cero ante la sorpresa de los solenses. El local apostó por un juego monótono, sin cambio de ritmo y abusando de los pelotazos. Así se movió todo el primer tiempo ante un rival que solo atinó a defenderse.
Robert Servín desperdició un penal a los 10’. Su “pariente”, Carlos Servín, se lució tapando en dos ocasiones para amargar a los solenses. Pero a los 45’, Irrazábal madrugó a Duré, recuperó el balón y metió un pase quirúrgico hacia el artillero escobero, “Toto” Gamarra, quien no perdonó.
Tuvo vergüenza
Sirvió muchísimo el “shampoo” de Garnero en el entretiempo. Sol salió y torció la historia en el complemento. A los 55’, Servín tuvo otra chance desde los 12 pasos y esta vez la mandó a guardar. El local se animó cada vez más, mientras que Capiatá pecaba de misericordioso frente a la portería rival.
A los 80’, cuando comenzaba el nerviosismo, César Villagra giró y sacudió con la zurda para emparejar la cuestión. Ahí, el público local se despertó y comenzó a empujar con más fuerza. “Y dale Sol y dale Sol...”, se impuso en el Luis Alfonso Giagni y el equipo consiguió el premio mayor.
A los 84’ volvió a aparecer Villagra, vestido de superhéroe, para completar la remontada y dejar más puntero que nunca a Sol de América. Sin embargo, en la agonía del juego, Gerardo Ortiz también se subió al podio de las figuras realizando un tapadón para acallar el grito de gol de Óscar Ruiz, quien había desparramado a los defensores locales. El Danzarín alcanzó 32 puntos y no para de soñar.