Ayer en el departamento de Leyendas Urbanas cayeron Juan José Zapag y Raúl Zapag, presidente y exmandamás de Cerro Porteño respectivamente, que entre otras cosas se refirieron al relacionamiento que tuvieron con los popes de la vereda de enfrente.
Al actual titular azulgrana le pidieron que mencione características de lo que le tocó enfrentar y reconoció la labor de uno en especial. “Marcelo Recanate llegó y revolucionó muchas cosas, le trajo a Olimpia de la nada, guapeó en dos campeonatos importantes y después nosotros salimos campeones en el 2012 en esa gran final. Elevó mucho la vara en cuanto a costo-plantel, trajo muchos jugadores, o sea que complicó un poquitito pero hizo una gran tarea. No pudo aguantar nomás los presupuestos y terminó yéndose”, señaló en el programa de Telefuturo.
Con respecto a Marco Trovato y Miguel Cardona se guardó la opinión. “Y los otros están ahí, mejor no hablar”, agregó.
Raúl vs. Trovato
El otro hermano Zapag bailó con la más fea. “A mí me tocó Marco en su momento de máxima plenitud”, dijo sobre el tetracampeonato conseguido por el expresi del Decano.
Durante su mandato en barrio Obrero tuvo varios cruces polémicos con Trovato que quedaron como anécdotas. Uno fue el empujón sin querer queriendo en el sorteo de la Copa Libertadores. “Se asustó parece cuando pasé por ahí”, tiró. Y por supuesto, cómo olvidar aquella riña en un superclásico del 2018 cuando Raúl estaba por ocupar el sillón presidencial. Se había puesto furioso contra el arbitraje y contra Marco por permitir a la hinchada de Olimpia meter una bandera con la frase “Bastardos sin gloria”, en alusión a su cambio de apellido. “En el tunel fue maleducado, todo el mundo sabe, por eso iba a ligar”, dijo.
“No vale la pena”
Sobre si alguna vez trataron de ser cuates con sus pares franjeados, ambos coincidieron en que es mejor mantener distancia. “Ya somos grandes para tener nuevos amigos y tenemos 20 compañeros de directiva, respeto es lo más importante. Amigos ya no, no vale la pena, es otra raza, para qué querés complicarte”, respondió con sinceridad Juan José.