29 mar. 2024

“Que me tengan respeto alegra mi día y el alma”

Árbitra de la APF impartió justicia a los cuarentones. Gabriela Arce causó furor en un torneo en Capiatá.

Tomó su “vestimenta de gala”, se puso los calzados que conocen de su sacrificio y llevó a su fiel compañero: el silbato. Con mucha expectativa, partió para barrio Kennedy de Capiatá, lugar donde pasaría uno de los más gratificantes momentos desde que eligió esta criticada carrera.

A sus espaldas, unas 2000 personas. Se disputaba nada menos que la final de la copa Vepa Deportes Play Organizaciones y ella era una de las encargadas de impartir justicia. Su nombre, Gabriela Arce y su pasión, el arbitraje. Conformó la terna junto con Fernando Giménez y José Armoa, justamente este último la invitó para el populoso torneo en el que su presencia terminó siendo furor. “Me llama y me dice José: ‘¿Te animás?’. ‘Claro que sí’, respondí y no me arrepiento. Primera vez que veo una fiesta así”, empezó contando a EXTRA.

La presencia femenina robó suspiros evidentemente, pero eso no incomodó para nada a la mujer de 30 años que demostró capacidad y profesionalismo en todo momento. Fue asistente en dos de los tres partidos y pitó uno, el de Sport Quyquyense vs. Independiente JFK de la SUB 40.

“Los más serios (risas), son señores, pero todos se portaron superbién, fueron muy respetuosos. Verle a una mujer arbitrar fue una sensación, tanto para mujeres como para varones, muchos te piropean, otros te cañean, pero nadie se desubicó”, contó.

Ese buen comportamiento fue dentro y fuera de la cancha y Gaby se sintió feliz por eso. “Me dijeron que fui la primera mujer que dirigió la final en este torneo, incluso las señoras se acercaban y me decían ‘Profe, ¿puedo salir en una foto contigo?’ Me sorprendió, regresé muy contenta”, agregó.

Pero detrás de esta jueza de Fernando de la Mora no solo hay belleza. “El estar a la par de jugadores, correr igual que ellos, estar a la altura, cumplir con el entrenamiento, los exámenes físicos y teóricos, todo”, detalló.

Por eso, la alegría de Gaby ese día no solo tuvo que ver con el trato que recibió del público, sino también el hecho de que la respeten como profesional. “Esta es una profesión difícil, saber que estamos ocupando los espacios que eran solo para varones me llena de emoción. Que me respeten y haya ese progreso me alegra el día y el alma”, dijo.

Jueza, profe de educación física y mamá

Gaby es árbitra oficial de la APF desde los 19 años. Dirigió eventos oficiales de la Asociación como por ejemplo el Torneo de fútbol femenino y actualmente imparte justicia en las categorías inferiores. Es además docente de Educación Física y mamá de una hermosa nena de 1 año. “Recuerdo ese día que decidí ser árbitra. Miraba a los que estaban rindiendo y dije ‘yo quiero estar ahí’. Hoy puedo mirar a mi pequeña Ágatha con orgullo y decir ‘lo logré’”, concluyó.