J.J. Zapag (izq.) y Morínigo (Der.) posan con la camiseta de Cerro Porteño, que lleva el nombre del nuevo técnico. Ni bien se confirmó la salida del estratega venezolano, César Farías, la directiva azulgrana actuó inmediatamente para intentar suplir con un profesional de nivel la vacante, a días de partidos vitales; ante Santa Fe y el clásico con la “O”. Uno de los primeros nombres que sonó en campamento azulgrana fue la del ahora extécnico de la Selección Sub 20, Gustavo Morínigo. La información era la correcta.
En horas de la mañana de ayer, el rumor empezó a tomar fuerza y posteriormente, a las 17:00, el presidente Juan José Zapag se encargó de hacer el anuncio oficial. La novela no duró mucho, el entrenador, que en el 2014 había llegado a la final de la Copa Libertadores con Nacional, manifestó que no le tembló el pulso para dar el “SÍ" a su querido Cerro Porteño, equipo que defendió a muerte como jugador en el 2007.
“Era un desafío que estaba esperando. Dije no en su momento a otros clubes porque no me parecían y quería este desafío”, admitió el nuevo técnico azulgrana en rueda de prensa. Al ser consultado sobre el plantel con el que cuenta Cerro Porteño, Gustavo Morínigo lo comparó con un equipo a nivel de selección. “Cerro tiene una Selección Nacional, dos jugadores por puesto. Tenemos todo para sobresalir. Trabajo no va a faltar. Vamos a dejar todo, todos vamos a pelear por el objetivo común que es llegar a los logros”, admitió.
Objetivo: “La Copa”
Morínigo asumió inmediatamente las riendas del Ciclón y su primer desafío es el duelo de mañana ante Guaraní. Sin embargo, el principal objetivo de todos los que conforman el equipo es obtener la clasificación a octavos de la Copa y poder pelear el anhelado título internacional. Al respecto, el nuevo DT de Cerro aseguró que para él es una gran apuesta. “Es un desafío prometedor, es una oportunidad única. Estamos con ansias de gloria, de logros. Vamos a jugar la final de la Copa”, disparó.
Así renace la ilusión en el hincha azulgrana, que ve con buenos ojos la llegada del joven entrenador, Gustavo Morínigo.