El aislamiento por tres meses obligatorios como una de las posibles normas para que se pueda completar el Apertura en medio de la pandemia del coronavirus, causó roncha entre los jugadores no solo por el sacrificio que implica sino por distintos motivos muy entendibles.
Por ejemplo, el defensor de Libertad, Iván Piris, planteó una situación que lo llevaría a pasar por alto las reglas sanitarias. “Tengo a mi señora y a mi hijo.
Imaginate si estamos 90 días encerrados y algún familiar se infecta, no acataré ningún protocolo y voy a salir, no es fácil”, admitió el lateral derecho gumarelo en la 800 AM.
Las deudas de los clubes con sus planteles son también razones, incluso más poderosas, por las que los peloteros rechazarían someterse a las medidas de la APF.
“Aquí tenemos que estar todos al día y luego ver el protocolo médico”, comentó a la 1080 AM el capitán de Olimpia, Roque Santa Cruz. Su compañero, Miguel Samudio, explicó por qué sería absurdo continuar el campeonato en las condiciones actuales.
“Para tres meses de concentración se gastará una fortuna y algunos clubes no están al día”, indicó.
Por su parte, el volante de Luqueño, Aldo Quiñónez contó que en la reunión de capitanes de equipos de primera sentaron una firme postura sobre los atrasos salariales. “Entre los principales referentes de cada club, tomamos la decisión de que el torneo no arranque si las instituciones no le pagan a sus futbolistas”, avisó en la 730 AM.
Mientras tanto, el Dr. Gerardo Brunstein, de la APF, lamentó la posición reacia casi unánime de los protagonistas hacia el protocolo. “Me preocupa que no haya una concientización en el ambiente del fútbol sobre el COVID, muchos futbolistas y entrenadores no están valorando el esfuerzo que hacemos por preservar su salud”, dijo el médico.