Eder aplaudió en el portón de una humilde vivienda. La dueña, Lucía Ríos, sorprendida salió a recibirlos. “Venimos a entregarles estos víveres”, explicó el muchacho, mientras sus acompañantes iban bajando las mercaderías.
Las lágrimas brotaron de los ojos de Lucía, la emoción hizo que comenzara a temblar. Cuando al fin pudo pronunciar palabra, se puso a bendecir a aquel extraño grupo que había llegado como un regalo de Dios.
Ella y sus nueve hijos ya casi no contaban con sustento, la chacra ya no era una opción y el temor de contraer el coronavirus la obliga a estar al lado de sus retoños sobreviviendo como puede.
Esta es la escena que le llegó en lo más profundo de su ser a Eder Sequeira, integrante de un grupo de jugadores de piki vóley llamado Los Amigos que ayer repartió víveres a 30 familias de la Colonia Ka’aguy Poty de Capiibary, departamento de San Pedro.
“Viendo la situación en la que estamos no podíamos quedarnos de brazos cruzados. Acá hay mucha gente que necesita y como somos un grupo organizado, decidimos poner plata de nuestros bolsillos y comprar las cosas”, contó el joven a EXTRA.
El kit estaba compuesto de arroz, fideo, azúcar, sal, yerba, aceite y harina, bien completito como para paliar unos días, según indicó Sequeira.
Solidaridad
“Los paraguayos por más que hay necesidad no somos hambrientos, a una familia se le quiso hacer entrega de los víveres, pero dijo que no necesitaba y que les entregue a los más necesitados, eso es algo que me sorprendió”, recordó el deportista. El equipo de jugadores amateurs instó a todos a continuar con la campaña. “Tenemos que seguir ayudando”, insistió Eder.