
Lo tenía contra las cuerdas. El Franjeado había sido muy superior. Parecía que se venía el segundo gol olimpero para ir con tranquilidad a Colombia, pero un descuido defensivo hizo que las Águilas Doradas quitaran las garras a poco del final para enmudecer el Defensores.
Páez apareció solito en el segundo palo y fusiló a Barreto para poner el 1-1 final a los 86 minutos. Las vacilaciones entre Paniagua y Piris en esa jugada le costaron muy caro al Decano, que desaprovechó varias chances en la complementaria para ampliar el marcador.
Olimpia impuso una presión asfixiante en los primeros 30 minutos. Una triangulación entre Salgueiro y Aranda desembocó en un dudoso penal cobrado por Haros. El volante uruguayo se encargó de la ejecución y Piedrahita contuvo el disparo: cedió el rebote y Salgueiro erró el arco.
La apertura
A los 7 minutos del segundo tiempo, Aranda le pasó el balón a Salgueiro, el charrúa dio un magnífico pase a Núñez y el delantero resolvió en un santiamén para abrir el marcador. Diez minutos después, Núñez fusiló el arco colombiano pero de nuevo Piedrahita acallaba el grito de gol olimpista. El local seguía empujando y Marín y compañía apostaban al contragolpe.
El inesperado tanto del empate terminó premiando demasiado a las Águilas y fue un castigo duro para la “O”. El trabajo de Zeballos sigue sin convencer, mientras que Núñez ratificó que es el arma más letal en ofensiva. En la revancha, Olimpia debe convertir sí o sí para buscar la clasificación, pues el 1-1 le otorga un plus a los cafereros por haber convertido en calidad de visitantes.