La Selección Paraguaya tuvo una prueba durísima en el estadio Georgia Dome, en la ciudad de Atlanta (EE. UU.), ante México, en un juego amistoso que marcó el cierre de las actividades fuertes de las dos selecciones, a días de la jornada inaugural de la Copa América Centenario a disputarse en territorio norteamericano desde el viernes 3 de junio.
La Albirroja empezó con mucha mística, con Óscar Romero como manija del equipo, juntándose constantemente con Derlis González y los dos referentes de área; Sanabria y Benítez. El “Melli” sacó a pasear a un rival a los 9’ y sacudió con la zurda, generando la jugada más peligrosa de Paraguay en el primer tiempo.
México creció en su juego, apoyado por los miles de hinchas aztecas que estuvieron en el estadio. A los 32’, Dueñas metió un pase a espaldas de Blas Riveros, quien hizo su debut oficial en la Absoluta. Damm se metió como en su casa y sin egoísmo sacó un pase “tomá, meté” hacia Andrés Guardado, quien no desaprovechó.
Bajó en intensidad
Cuando se armó el partido en el segundo tiempo y la Albirroja avisó con un derechazo de Piris Da Motta que por poco terminó en la portería rival, comenzaron a caer los cambios que desvirtuaron un poco el espectáculo. El juego se cerró con un derechazo de Darío Lezcano que sacó un poco de pintura al poste. Perder siempre duele, pero la experiencia sirvió bastante pensando en el debut ante Costa Rica.